Kristin Cabot, la mujer captada en un beso incómodo con su jefe durante un concierto de Coldplay, rompió el silencio por primera vez afirmando que renunció a su carrera por el escándalo viral que la expuso a juicios públicos y destruyó su reputación profesional.
Origen del Escándalo
En julio de 2025, durante un concierto de Coldplay en Estados Unidos, la "kiss cam" enfocó a Kristin Cabot y Andy Byron, CEO de la empresa tecnológica Astronomer. Ambos reaccionaron escondiéndose frenéticamente, lo que provocó que Chris Martin bromeara en el escenario: "O están teniendo una aventura o son muy tímidos". El clip se viralizó rápidamente en redes sociales, generando especulaciones masivas sobre una posible infidelidad, ya que Cabot estaba casada y Byron era su jefe directo.
Cargos y Renuncias
Cabot fungía como directora de Recursos Humanos en Astronomer, mientras Byron lideraba la compañía como CEO. Días después del incidente, ambos presentaron sus renuncias. Byron lo hizo público primero, citando la necesidad de preservar la imagen de la empresa, y Cabot siguió suit, argumentando daños irreparables a su trayectoria. La compañía emitió un comunicado confirmando las salidas sin detalles sobre la relación entre ellos.
Declaración de Cabot
En su primera entrevista exclusiva, Cabot reveló: "Renuncié a mi carrera por eso", refiriéndose al impacto devastador del video. Explicó que el momento fue malinterpretado, negando una aventura y atribuyendo su reacción al pánico por la exposición pública en un entorno personal. Destacó el acoso en línea, amenazas a su familia y la pérdida de oportunidades laborales, afirmando que el juicio social la obligó a alejarse del mundo corporativo pese a su experiencia en RRHH.
Repercusiones Profesionales
El caso generó debates sobre privacidad en eventos públicos, el rol de las redes sociales en escándalos laborales y la doble moral en entornos de trabajo. Astronomer contrató un nuevo CEO y director de RRHH, mientras Cabot se ha mantenido fuera del radar, enfocándose en su vida privada. Analistas señalan que el incidente resalta vulnerabilidades en la cultura empresarial tecnológica ante la viralidad instantánea.