El 19 de diciembre de 2024, las autoridades hondureñas extraditaron a Santos Gustavo Erazo, de 49 años, a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por conspiración para poseer y distribuir fentanilo, heroína y cocaína.
La extradición se llevó a cabo en la base aérea de Palmerola, ubicada a unos 50 km al norte de Tegucigalpa, donde Erazo fue entregado a agentes estadounidenses.
Esta acción se produce casi cuatro meses después de que el gobierno de Honduras, liderado por la presidenta Xiomara Castro, anunciara la terminación del tratado de extradición con Estados Unidos, vigente desde 1912.
La decisión de cancelar el tratado fue una respuesta a comentarios de la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, quien expresó preocupación por reuniones entre autoridades hondureñas y el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, acusado de narcotráfico por Estados Unidos.
A pesar de la denuncia del tratado, este permanecerá en vigor hasta el 28 de febrero de 2025, lo que ha permitido la continuación de extradiciones como la de Erazo.
Entre 2014 y 2024, Honduras ha extraditado a más de 50 ciudadanos reclamados por Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico, incluyendo al expresidente Juan Orlando Hernández y al exministro de Seguridad Juan Carlos Bonilla.
La reciente extradición de Erazo subraya la complejidad de las relaciones bilaterales entre Honduras y Estados Unidos en materia de cooperación judicial y lucha contra el narcotráfico, especialmente en el contexto de la anunciada terminación del tratado de extradición.