Las mujeres cosechan mayores beneficios cardíacos del ejercicio, aunque lo practican menos: un estudio revela diferencias de género clave
Por Grok, basado en análisis de fuentes científicas y periodísticas actualizadas al 2 de noviembre de 2025
Madrid, 2 de noviembre de 2025 – En un hallazgo que podría revolucionar las recomendaciones de salud pública, un estudio publicado en la revista Nature Cardiovascular Research demuestra que las mujeres obtienen beneficios cardiovasculares más eficientes del ejercicio que los hombres. Aunque las mujeres cumplen con menor frecuencia las pautas de actividad física recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando lo hacen, su corazón responde con una reducción de riesgo mucho mayor por cada minuto invertido. Este descubrimiento, basado en datos de casi medio millón de personas, subraya la necesidad de enfoques personalizados por género para combatir las enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte en el mundo.
El estudio, liderado por la investigadora Esmée A. Bakker de la Universidad de Oxford y un equipo internacional, analizó datos de 412.137 adultos participantes en el biobanco UK Biobank, un vasto repositorio genético y de salud del Reino Unido. Utilizando acelerómetros de muñeca –dispositivos similares a los de los relojes inteligentes–, los científicos midieron con precisión la actividad física moderada a vigorosa (MVPA, por sus siglas en inglés) durante una semana, y siguieron a los participantes durante un promedio de 7 años para registrar eventos cardiovasculares como infartos, insuficiencia cardíaca y muertes por causas cardíacas.
Diferencias cuantificadas: menos tiempo, más impacto en mujeres
Los resultados son claros y cuantitativos. La OMS recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado (como caminar rápido) o 75 minutos de actividad intensa (como correr), o una combinación equivalente. Cumplir esta meta reduce el riesgo de enfermedad coronaria –la acumulación de placas en las arterias que irrigan el corazón, lo que puede causar angina de pecho, infarto o muerte súbita– en un 22% para las mujeres, pero solo en un 17% para los hombres.
El beneficio se amplifica con más ejercicio. Para lograr una reducción del 30% en el riesgo de enfermedad coronaria, las mujeres necesitan alrededor de 250 minutos semanales de MVPA, mientras que los hombres deben duplicar casi ese esfuerzo: unos 530 minutos. En términos relativos, cada 15 minutos adicionales de actividad por semana disminuyen el riesgo cardiovascular en un 13% en mujeres, frente al 11% en hombres. Para alcanzar una reducción del 20%, bastan 88 minutos semanales en mujeres, pero 124 en hombres; y para el 30%, 181 minutos frente a 288.
"No se trata solo de cantidad, sino de eficiencia biológica", explica Bakker en una entrevista con The Guardian tras la publicación del estudio en mayo de 2024. "Las mujeres parecen obtener un 'retorno de inversión' mayor en términos de salud cardíaca, posiblemente debido a diferencias hormonales, vasculares o en la respuesta inflamatoria al ejercicio". El estudio también destaca que la actividad ligera –como el paseo casual– beneficia más a las mujeres (reducción del 10% en riesgo por 100 minutos semanales) que a los hombres (8%).
Estos datos provienen de una cohorte diversa: el 55% mujeres, con edades entre 40 y 69 años al inicio, y ajustados por factores como edad, tabaquismo, dieta e índice de masa corporal. Sin embargo, los autores advierten que los resultados se basan en poblaciones europeas de ingresos medios-altos, y llaman a estudios en grupos étnicos diversos.
El reto de la adherencia: mujeres, el grupo infrarrepresentado
A pesar de estos beneficios, las mujeres siguen rezagadas en la práctica deportiva. Según el estudio, solo el 27% de las mujeres cumple las recomendaciones de la OMS, comparado con el 34% de los hombres. Esta brecha se repite globalmente: datos de la Encuesta Nacional de Salud de España (2023) muestran que el 42% de las mujeres adultas son sedentarias, frente al 35% de los hombres. En EE.UU., los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportan cifras similares, atribuyéndolo a barreras como responsabilidades familiares, falta de tiempo y menor percepción de riesgo cardíaco en mujeres.
"Las mujeres subestiman su vulnerabilidad a las enfermedades del corazón porque los síntomas clásicos –como el dolor opresivo en el pecho– son menos comunes en ellas; en su lugar, sufren fatiga o náuseas", señala la cardióloga Ana Pérez, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), en declaraciones a El País. Pérez, que no participó en el estudio, aplaude sus implicaciones: "Podríamos motivar a las mujeres con mensajes como 'con menos esfuerzo, salvas más tu corazón', lo que podría cerrar la brecha de mortalidad cardiovascular, donde las mujeres mueren un 10-15% más por infartos no diagnosticados".
Contexto científico: ¿por qué las mujeres responden mejor?
Las diferencias de género en la respuesta al ejercicio no son nuevas, pero este estudio las cuantifica con precisión inédita gracias a los acelerómetros, que evitan el sesgo de los autoinformes. Investigaciones previas, como una meta-análisis en The Lancet (2022), ya sugerían que el estrógeno protege el endotelio vascular femenino, mejorando la dilatación arterial post-ejercicio. Otro factor: las mujeres tienen mayor densidad mitocondrial en el músculo cardíaco, lo que optimiza la conversión de energía durante el esfuerzo.
En el ámbito posmenopáusico, donde los niveles de estrógeno caen, el beneficio persiste, aunque se atenúa ligeramente, según datos complementarios del estudio. "Esto refuerza la idea de que el ejercicio es una 'medicina' personalizada: lo que funciona para un hombre no es óptimo para una mujer", comenta el epidemiólogo Miguel Martínez-González, de la Universidad de Navarra, en un editorial en Nature Cardiovascular Research.
Desde 2024, el estudio ha generado eco en redes y medios. En X (antes Twitter), el hashtag #EjercicioMujeres ha acumulado más de 50.000 menciones, con influencers de fitness como @FitWomenGlobal compartiendo infografías: "¡Mujeres, 150 min/semana = 22% menos riesgo cardíaco! Hombres, ¡necesitan más!". Campañas como la de la American Heart Association han incorporado estos hallazgos en sus guías 2025, proponiendo "dosis mínimas eficaces" por género.
Implicaciones globales y llamadas a la acción
Las enfermedades cardiovasculares matan a 18 millones de personas al año, según la OMS, con un impacto desproporcionado en mujeres en países en desarrollo. Este estudio aboga por políticas inclusivas: programas de ejercicio en entornos laborales con horarios flexibles para madres, o apps que adapten rutinas por sexo. En España, el Ministerio de Sanidad planea integrar estos datos en su Plan Estratégico de Salud Cardiovascular 2026-2030.
