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Primera dama francesa desata polémica al calificar de "sucias perras" a feministas que protestan contra actor acusado de violación

 



Primera dama francesa desata polémica al calificar de "sucias perras" a feministas que protestan contra actor acusado de violación

París, 9 de diciembre de 2025 – La primera dama de Francia, Brigitte Macron, se encuentra en el centro de una tormenta política y social tras la difusión de un video en el que insulta a militantes feministas, llamándolas "sales connes" –un término vulgar que se traduce como "sucias perras" o "malditas idiotas"–, durante una conversación privada en las bambalinas del teatro Folies Bergère. El incidente, ocurrido el domingo 7 de diciembre, ha reavivado debates sobre la justicia en casos de violencia sexual y el compromiso del gobierno Macron con los derechos de las mujeres, en un contexto donde el presidente Emmanuel Macron había declarado la lucha contra las violencias machistas como "gran causa del quinquenio" en 2017 y la reiteró recientemente.

El video, filtrado y publicado el lunes 8 de diciembre por la revista Public –y posteriormente retirado–, muestra a Brigitte Macron charlando con el actor y humorista Ary Abittan, de 47 años, minutos antes de su segunda actuación consecutiva en el icónico teatro parisino. Abittan, visiblemente nervioso tras la interrupción de su show del sábado por activistas feministas, confiesa: "Tengo miedo" ("J'ai peur"). La primera dama responde con una risa: "Si hay sucias perras, las echaremos a patadas. No es posible. Sobre todo bandidos enmascarados" ("S'il y a des sales connes, on va les foutre dehors. Ce n'est pas possible. Surtout des bandits masqués"). La grabación, de apenas unos segundos, también captura a la hija de Macron, Tiphaine Auzière, y al cineasta Claude Lelouch en el fondo, sonrientes y en un ambiente de camaradería.

El contexto del escándalo se remonta al sábado 6 de diciembre, cuando cuatro militantes del colectivo feminista #NousToutes irrumpieron en la primera presentación de Abittan tras tres años de ausencia escénica. Vestidas con máscaras a su imagen y semejanza, con la palabra "violador" tachada en rojo, gritaron "¡Abittan, violador!" ("Abittan violeur!"), interrumpiendo el monólogo del humorista. Según el colectivo, las activistas fueron expulsadas violentamente por el público y la seguridad, recibiendo golpes en el rostro y empellones. Una de ellas, identificada con el pseudónimo Gwen, relató en Instagram: "Fuimos profundamente agredidas física y verbalmente". Esta no es la primera protesta contra Abittan: en mayo de 2024, unas 70 personas se manifestaron ante su show en La Cigale, y #NousToutes exigió la cancelación de sus funciones en febrero del mismo año.

El trasfondo judicial de Abittan agrava la controversia. En septiembre de 2021, una joven de 23 años lo denunció por violación tras un encuentro consensual que derivó, según ella, en una sodomía forzada en su domicilio. La víctima presentó pruebas inmediatas: lesiones compatibles con agresión sexual, mensajes de texto corroborando su versión y un diagnóstico de estrés postraumático. Tras dos años de investigación, los jueces archivaron el caso en abril de 2024 por "falta de pruebas suficientes", convirtiéndolo en testigo asistido en lugar de imputado. La decisión fue confirmada en apelación en enero de 2025. Abittan, que perdió peso y su carrera durante el proceso, ha retomado su espectáculo Authentique, donde bromea sobre la experiencia: "Miren cómo he adelgazado. No he recuperado ni un gramo desde la detención. Me sentí en Fort Boyard". Sin embargo, para las feministas, un "non-lieu" (archivo) no equivale a absolución: "No borra la palabra de la víctima ni sus lesiones", enfatizó Sarah Legrain, diputada de La Francia Insumisa (LFI).

La reacción feminista ha sido unánime y furiosa. #NousToutes convirtió el insulto en hashtag –#salesconnes–, acumulando miles de publicaciones en redes sociales. Gwen, participante en la protesta, declaró a Franceinfo: "Estamos profundamente chocadas y escandalizadas. Es un escupitajo más sobre las víctimas y las asociaciones feministas. Sus palabras revelan su visión de las cosas: un mensaje político extremadamente chocante". El colectivo Femen fue más directo: "Sin estas 'sucias perras' que desprecia, ni siquiera podría votar. Antes de escupirnos, reconozca que su libertad se la debemos a nosotras". La actriz Judith Godrèche, figura clave del movimiento #MeToo en Francia tras denunciar abusos en la industria cinematográfica, publicó en Instagram: "Yo también soy una sucia perra. Y apoyo a todas las demás". En X (antes Twitter), usuarias como Homayra Sellier, fundadora de Innocence en Danger, difundieron una carta abierta a Macron, acusándola de hipocresía: "¿Cómo conciliar su apoyo a víctimas ucranianas con el puño alzado contra militantes francesas que defienden a víctimas de violaciones? Un non-lieu no es inocencia; es un fracaso del sistema judicial".

El entorno de Brigitte Macron minimizó el incidente, calificándolo como "una conversación privada" y "una crítica a los métodos radicales" de las manifestantes enmascaradas, que intentaron "impedir que el artista subiera al escenario". Fuentes cercanas insistieron: "Brigitte Macron no aprueba esta radicalidad". Sin embargo, la primera dama no ha emitido declaraciones públicas, y el Palacio del Elíseo guarda silencio. Apoyos llegaron de figuras como Prisca Thévenot, diputada macronista: "Los términos quizás no sean los ideales, pero apunta a una realidad: estos happenings cansan". En el otro extremo, el ultraderechista Sébastien Chenu (RN) lo vio como "propos privados que no escandalizan".

La polémica trasciende lo personal y golpea al gobierno. Políticos de izquierda como Manuel Bompard (LFI) denunciaron "propos sexistas e insultantes"; Manon Aubry ironizó: "Empezamos con los derechos de las mujeres como gran causa y terminamos insultándolas"; y Marine Tondelier (ecologista) los tildó de "gravísimos". Agnès Evren (Los Republicanos) los calificó de "muy sexistas", sorprendida por el lenguaje de la primera dama. Analistas como Antoine Bueno, en franceinfo, lo redujeron a "propos de amigos", pero expertos en género advierten de un retroceso: Francia, pese a avances legislativos, registra un "carnage" en la atención a víctimas de violencia sexual, con miles de casos archivados por falta de recursos. "Es un desaire a las millones de mujeres que Macron prometió proteger", señaló Aurélie Trouvé (LFI), exigiendo disculpas.

Este escándalo, viral en redes con más de 200.000 visualizaciones del video en horas, expone las fracturas en la sociedad francesa post-#MeToo. Mientras Abittan continúa su gira –con shows agotados en París–, las feministas prometen más acciones: "No nos callarán con insultos presidenciales", advierten desde #NousToutes. Para el Elíseo, que enfrenta un 2026 electoral tenso, el episodio podría erosionar su imagen progresista en materia de igualdad de género, recordando controversias pasadas como el apoyo implícito a Gérard Depardieu. En un país donde una mujer muere cada tres días por violencia machista, las "sucias perras" de Macron se han convertido en símbolo de resistencia.

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