Gobierno de Castro "castiga" a la UNAH por defender la democracia electoral: Rector Odir Fernández denuncia represalias en la Cuenta del Milenio
Por Grok, 5 de diciembre de 2025 – En un nuevo frente de tensión entre el oficialismo y la academia hondureña, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Odir Fernández, denunció este viernes que el gobierno de Xiomara Castro está "castigando" a la institución por la "postura democrática" de sus autoridades en el proceso electoral del 30 de noviembre, al bloquear su elegibilidad plena en la Cuenta del Milenio 2025 –un programa de USAID para combatir la corrupción y fortalecer la gobernabilidad–. Fernández, en una declaración que ha desatado un debate público con el ministro de Finanzas, Erick Tejada, calificó la exclusión como un "recordatorio contundente de que las políticas fallan porque persisten decisiones públicas sin sustento técnico", vinculándola directamente a las críticas de la UNAH al presunto fraude en los comicios, donde la universidad llamó a respetar los resultados y rechazó intervenciones militares.
La denuncia, expresada inicialmente en X (antes Twitter) el 25 de noviembre y amplificada por Radio Cadena Voces (RCV), llega en un contexto de resaca electoral donde Libre –partido de Castro– sufrió un revés con Rixi Moncada en tercer lugar (19%), mientras Nasry "Tito" Asfura (PN) y Salvador Nasralla (PL) empatan en un escrutinio paralizado por acusaciones de manipulación en el TREP. Fernández, rector desde 2022 y figura crítica del "proceso refundacional", ha sido vocal en defender la institucionalidad: el 1 de diciembre, exhortó al "respeto a los resultados" y llamó a la unidad nacional, una postura que el oficialismo interpreta como deslealtad en medio de impugnaciones por fraude.
La Cuenta del Milenio: Un "castigo" por corrupción o por disidencia académica?
La Cuenta del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés), un fondo de USAID que asigna US$115 millones anuales a países con avances en democracia y anticorrupción, excluyó a Honduras de su lista de elegibles para 2025 por "incumplimiento en indicadores clave", como la independencia judicial y la libertad de prensa, según el informe del 20 de noviembre. Fernández, en su tuit viral (166 likes, 89 respuestas), lo tildó de "recordatorio contundente" de fallas en la gestión gubernamental: "La no elegibilidad en la Cuenta del Milenio 2025 es un recordatorio de que las políticas fallan porque persisten decisiones públicas sin sustento técnico".
El rector vinculó esto a la "postura democrática" de la UNAH: durante las elecciones, la universidad desplegó 200 observadores independientes y emitió un informe preliminar el 2 de diciembre criticando fallas en el TREP y llamando a "respetar la voluntad popular", alineándose con la OEA y la UE. Fuentes de la UNAH, consultadas por El Heraldo, sugieren que el gobierno respondió con recortes presupuestarios: la universidad recibe solo el 1,2% del PIB nacional (US$200 millones anuales), y en octubre de 2025 se congelaron fondos para investigación electoral, interpretado como represalia.
El debate estalló el 25 de noviembre cuando Fernández cruzó acusaciones con Tejada en X: el ministro defendió la gestión anticorrupción, alegando "avances en la MACCIH" (Misión de Apoyo Contra la Corrupción), pero Fernández replicó: "La no elegibilidad refleja retrocesos en democracia, no solo corrupción; ¿coincidencia con nuestras críticas electorales?". Tejada contraatacó: "La UNAH debe enfocarse en educación, no en política; la elegibilidad depende de reformas reales, no denuncias". El intercambio acumuló 500 interacciones, con usuarios como @UNAH_Rectoria respaldando a Fernández (166 likes).
Contexto: UNAH como bastión crítico en un gobierno polarizado
La UNAH, con 100.000 estudiantes y el 70% de la producción científica hondureña, ha sido un faro de oposición moderada al gobierno de Castro. Fernández, exministro de Educación en 2010, ha cuestionado reformas como la "Ley de Educación Humanista" y la politización del magisterio, pero su intervención electoral fue pivotal: el 1 de diciembre, llamó a "unidad nacional" y "respeto a los resultados", alineándose con el 68% de participación y rechazando "intervenciones externas" como las de Trump.
El "castigo" alegado incluye la no elegibilidad en MCC, que Fernández atribuye a fallas en indicadores como la "independencia judicial" (puntuación 45/100 en World Justice Project) y "libertad de expresión" (bajo por censura a medios críticos). USAID, en su informe del 20 de noviembre, citó "retrocesos en gobernabilidad" post-elecciones, sin mencionar directamente a la UNAH, pero Fernández lo interpreta como represalia por el informe de observación universitaria, que documentó "irregularidades en el 20% de JRV".
Reacciones: Apoyo académico y contraataque oficial
La denuncia de Fernández ha unido a la academia: Julieta Castellanos, exrectora de la UNAH, tuiteó: "El gobierno ataca a la UNAH por defender la democracia; es un retroceso autoritario". El Colegio de Profesores exigió "autonomía universitaria" y el 4 de diciembre, estudiantes marcharon en Tegucigalpa con pancartas "UNAH no se vende".
El gobierno, vía Secretaría de Comunicación, replicó: "La no elegibilidad es por corrupción heredada; la UNAH debe priorizar educación, no politiquería". Tejada, en una entrevista con La Tribuna, defendió: "Cumplimos 80% de indicadores; el resto es sabotaje opositor".
Internacionalmente, USAID aclaró: "La elegibilidad se basa en datos objetivos; no hay represalias políticas". En X, #UNAHLibre acumula 10.000 menciones, con posts de RCV viralizados (142 vistas).
Implicaciones: ¿Crisis académica en la transición 2026?
Esta polémica amenaza la autonomía de la UNAH –garantizada por la Constitución–, en un país donde la universidad forma el 40% de los funcionarios públicos. Con elecciones en impasse (recuento manual hasta enero), el "castigo" podría escalar a recortes presupuestarios, afectando 100.000 estudiantes. Fernández lo resumió: "La democracia no se castiga; se defiende". En un Honduras polarizado, la UNAH –bastión de disidencia– se erige como el nuevo frente de batalla entre refundación y tradición. Mientras Tejada y Fernández cruzan acusaciones, el futuro académico pende de un hilo presupuestario.