EE.UU. advierte a Honduras: "Responderemos con rapidez y firmeza" ante cualquier atentado contra la democracia electoral
Tegucigalpa, Honduras.- A 17 días de las elecciones generales del 30 de noviembre, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, emitió una dura advertencia al gobierno hondureño, alineándose con las preocupaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre interferencias en el proceso electoral. En un mensaje bilingüe publicado en X (ex Twitter), Landau exhortó a las autoridades electorales y a las Fuerzas Armadas a respetar "escrupulosamente" la Constitución y las leyes, prometiendo una respuesta "rápida y decisiva" de Washington contra cualquier intento de socavar la integridad democrática. La declaración, que acumula miles de interacciones en redes, ha sido recibida con aplausos por la oposición y analistas, pero genera tensiones en un CNE paralizado por divisiones internas.
El pronunciamiento de Landau, fechado el 12 de noviembre, llega en un momento crítico: el Consejo Nacional Electoral (CNE) enfrenta bloqueos en la impresión de papeletas, detenciones de actas de cierre y acusaciones mutuas de sabotaje entre consejeros. "El presidente Donald Trump, el secretario Rubio y yo nos preocupamos profundamente por el hemisferio occidental y responderemos con rapidez y firmeza a cualquier atentado contra la integridad del proceso democrático en Honduras", escribió el funcionario, quien previamente sirvió como embajador de EE.UU. en México. La Embajada estadounidense en Tegucigalpa reafirmó el mensaje en su cuenta oficial, enfatizando la vigilancia "de cerca" de la situación y el llamado a la transparencia.
Contexto de la crisis: Paralización del CNE y alertas internacionales
La OEA, a través de su Secretaría General, expresó preocupaciones similares el 11 de noviembre, denunciando "desarrollos recientes" que amenazan la autonomía de las instituciones electorales. En un comunicado oficial, el organismo reiteró el llamado de su Misión de Observación Electoral (MOE/OEA) —encabezada por la exministra de Relaciones Exteriores de Perú, Elizabeth Astete— para que el Estado garantice el "libre ejercicio" de los órganos electorales, sin interferencias ni presiones indebidas. "Las diferencias internas en los colegiados no deben llevar a parálisis, socavar el calendario electoral o erosionar la confianza pública", advirtió la OEA, comprometiéndose a apoyar la democracia hondureña mediante su misión de observación, que ya desplegó expertos en el país desde octubre.
Esta escalada internacional se suma a alertas previas. El 10 de noviembre, el congresista republicano Chris Smith envió una carta al secretario de Estado Marco Rubio y al secretario de Defensa Pete Hegseth, advirtiendo que un "fraude electoral o manipulación" en Honduras sería "desastroso" para el pueblo y los intereses estadounidenses. Smith propuso tres medidas urgentes: desplegar una delegación oficial de observadores de EE.UU., involucrar a las Fuerzas Armadas hondureñas en la custodia del proceso y emitir declaraciones públicas para reforzar la vigilancia. "La estabilidad regional depende de elecciones libres y justas", enfatizó el legislador, citando riesgos de migración y narcotráfico si el proceso colapsa.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) y el Washington Office on Latin America (WOLA) han documentado irregularidades desde las primarias de marzo: fallas en el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP), vetos a candidaturas por "lawfare" (uso político de la justicia) y presiones contra consejeros independientes como Cossette López, quien denunció en X bloqueos a la impresión de actas y etiquetas de radiofrecuencia. López, ex presidenta del CNE, acumuló más de 1.400 likes en su post del 2 de noviembre, revelando que las papeletas están listas al 96%, pero detenidas por falta de consenso. "La democracia no se detiene", afirmó, apuntando a "quien acusa a otros de atrasar el proceso".
El informe del Congreso de EE.UU. sobre Honduras (septiembre 2025) destaca un escenario polarizado: el Partido Libertad y Refundación (Libre), en el poder desde 2022, enfrenta acusaciones de autoritarismo por parte de la oposición (Partido Nacional y Liberal), que denuncia un "plan Venezuela" para perpetuarse mediante obstrucciones. Expresidentes como Iván Duque, en un comunicado del Grupo Libertad y Democracia, alertaron el 1 de noviembre sobre "ataques sistemáticos" a instituciones electorales y uso de la justicia para intimidar rivales. En X, el candidato liberal Salvador Nasralla reaccionó al tuit de Landau con un video, urgiendo a la unidad: "La democracia y la libertad de Honduras están en riesgo".
Reacciones: Apoyo opositor y silencio oficial
La oposición hondureña celebró el mensaje de Landau como un "respaldo histórico". Líderes como Tommy Zambrano (Partido Nacional) y Jorge Cálix (ex Libre, ahora independiente) lo calificaron de "advertencia clara" contra el "familiarismo" del gobierno de Xiomara Castro. Zambrano tuiteó: "Mel [Zelaya] sabe que no ganan en las urnas, por eso inician la fase final del plan Venezuela". Cálix, en un post con más de 500 interacciones, respaldó la diplomacia de la OEA y EE.UU., llamando a la "integridad electoral". Analistas como Marcela Caro, en X, advirtió: "Todo sale a la luz... tic tac", aludiendo a posibles revelaciones sobre la crisis.
Medios locales como HCH Televisión y LTV Honduras dedicaron segmentos especiales, con videos de reacciones de diputados opositores que exigen "elecciones legítimas". En redes, hashtags como #FirmesConCossette y #EleccionesLibres acumulan miles de menciones, con usuarios como @titoasfura (185 likes) instando: "Salgamos a votar y cuidemos el voto". La analista Cesia Mejía resumió: "Riesgo de fraude urge acción de EE.UU.", citando la carta de Smith.
El gobierno de Libre guardó silencio oficial hasta el cierre de esta nota, aunque voceros como el ministro de Defensa reiteraron en privado el compromiso con la "transparencia". Sin embargo, el expresidente Manuel Zelaya —influencer clave del oficialismo— ha minimizado las alertas como "campañas de desestabilización". Observadores temen que la polarización erosione la participación, proyectada en 60% según encuestas de COHEP.
Implicaciones: ¿Un punto de inflexión para la región?
Este pulso diplomático ilustra las grietas de un sistema electoral bajo asedio, con contratos opacos (como los de Lithopress, vinculados a exfuncionarios) y fallas logísticas que podrían invalidar votos en Francisco Morazán, el departamento más poblado. WOLA advierte que un colapso "jugaría un rol decisivo en el futuro" de Honduras, exacerbando migración y alianzas con regímenes como el de Maduro, criticado por el Partido Nacional en X.
Con la MOE/OEA en terreno y observadores de la UE en llegada, la presión internacional podría forzar consensos en el CNE. Como señaló Landau: "EE.UU. y la OEA responderán con firmeza". Para Honduras, la pregunta es si este llamado galvanizará la democracia o profundizará la brecha. El 30 de noviembre, las urnas decidirán —si llegan a tiempo.
