LIMA (AP).- Parecía ser una jornada laboral más para decenas de obreros peruanos. Vestidos con chalecos anaranjados y cascos blancos, los trabajadores prosiguieron con su tarea de cavar una zanja para extender una tubería de gas en la ciudad de Lima. Pero los picos y palas se toparon con un bulto extraño. Dentro de un fardo hecho con sogas de fibra vegetal, los especialistas hallaron el cuerpo de una mujer momificada, sentada, que aún conservaba su cabello castaño oscuro.
El arqueólogo José Aliaga confirmó a la agencia AP: “La encontramos a una profundidad bastante menor comparada con otros entierros, apenas a 50 centímetros de la superficie”. El especialista trabaja para la empresa Cálidda que distribuye gas y suele acompañar a los operarios en sus tareas porque los suelos de Perú suelen ser zonas de descubrimientos.
Jesús Bahamonde, director del plan de monitoreo arqueológico de Lima para la compañía Cálidda, dijo a la agencia AP que junto a la momia, una mujer de entre 20 o 30 años, se hallaron nueve vasijas y un plato con crustáceos. Indicó que habría pertenecido a una sociedad de pescadores que tuvo su época entre los años 1100 y 1470 después de Cristo. Otras piezas que había en el lugar incluyeron una especie de botella de cerámica pintada en blanco, negro y rojo.