Quien escribe a mano, aprende más intensivamente

DAVID FERNANDO RAUDALES
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 No sólo los niños tienen problemas para escribir de forma legible y rápida.<span class="copyright">Patrick Pleul/dpa/picture alliance /</span>

No sólo los niños tienen problemas para escribir de forma legible y rápida.Patrick Pleul/dpa/picture alliance /

En el mundo digitalizado en que vivimos, la mayoría sólo escribe tecleando en computadoras y smartphones y, como mucho, redacta a mano algunas notas o listas de la compra. Pero rara vez nos comunicamos mediante cartas o usamos bolígrafos. En su lugar, utilizamos cada vez de forma más regular correos electrónicos, mensajes de texto, o incluso notas de voz.

Escribir a mano un texto largo nos resulta cada vez más tedioso. Tareas como rellenar una tarjeta de cumpleaños o escribir una carta presentable requieren de toda nuestra concentración. Todo esto aumenta el riesgo de que, poco a poco, olvidemos la escritura manuscrita.

Desde pequeños aprendemos a escribir a mano de la forma más correcta y ordenada posible. Aunque todos los niños aprenden las mismas letras, su caligrafía suele ser muy diferente.

En la adolescencia, y al principio de la edad adulta, nuestra letra suele cambiar considerablemente, pero a partir de entonces sigue siendo prácticamente la misma para la mayoría de las personas. Llegada la vida adulta, cada persona suele tener su propia letra.

Pero sin rutina ni control, la escritura a mano se deteriora. Los problemas de caligrafía son desde hace mucho tiempo un problema de toda la sociedad, no sólo de los niños, como a menudo se afirma. De hecho, durante el período escolar al menos sí se controla que todo el mundo mantenga una caligrafía correcta y legible.

La escritura a mano es relevante para el aprendizaje, según expertos.<span class="copyright">Armin Weigel/dpa/picture alliance</span>
La escritura a mano es relevante para el aprendizaje, según expertos.Armin Weigel/dpa/picture alliance

A pesar de ello, la Asociación Alemana para la Educación y la Formación lleva años advirtiendo un deterioro de la escritura, así como un aumento de los déficits en las habilidades motoras entre los escolares. Según un "Estudio sobre el desarrollo, los problemas y las intervenciones en la escritura a mano” (STEP 2022), cada vez más niños tienen problemas para escribir de forma legible y rápida. Los confinamientos y la educación desde casa durante la pandemia del COVID-19 han agravado esta tendencia.

Escribir en un teclado es un método imbatible, sobre todo para textos largos, ya que la estructura del texto puede modificarse a voluntad. La autocorrección elimina pequeños errores, y la escritura en general es más rápida, más legible y menos agotadora.

En cambio, escribir a mano desafía al cerebro más que escribir a través de un dispositivo, y, por tanto, también favorece el aprendizaje. Un estudio noruego de 2024 descubrió que escribir a mano aumenta la actividad cerebral precisamente en las regiones del cerebro importantes para el aprendizaje. Se midió una mayor interacción en las áreas del cerebro responsables de la memoria y el procesamiento de la información motora y visual.

Además, al escribir, el cerebro compara la escritura resultante con modelos aprendidos de letras y palabras y ajusta la posición del dedo en tiempo real. El ojo y el cerebro controlan constantemente si los dedos están guiando el bolígrafo correctamente, ejerciendo la presión adecuada y si se están creando líneas claras al escribir. Esto requiere una coordinación muy precisa entre los procesos visuales y motores. Según el estudio, es esta combinación de información visual y procesamiento de la información lo que favorece el aprendizaje.

Aunque escribir a mano es más lento que teclear, esto no es necesariamente una desventaja. La lentitud natural nos obliga a procesar la información de forma más intensiva.

Resumimos mejor lo que hemos oído o las líneas de pensamiento, resaltamos palabras clave o citas, establecemos conexiones con flechas o marcadores; en general, nos implicamos más intensivamente con el contenido y, por tanto, lo recordamos durante más tiempo.

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