En medio de su peor racha de la temporada con cinco derrotas consecutivas, el Heat (29-36) saldrá este viernes (7 p.m. TV: NBA TV y Radio Mambí) a la cancha del Kaseya Center para enfrentar a uno de los equipos más en forma de la NBA, los Celtics de Boston (47-19), segundos de la Conferencia Este.
El equipo de Miami tratará de frenar su mal paso y seguramente no querrá ser expuesto en televisión nacional por lo que debe salir a matar ante el quinteto de Boston, pese a la diferencia en la tabla y la evidente diferencia de calidad.
No es casualidad que el club sudfloridano se ubique en el 9no lugar envuelto en esta dinámica perdedora.
Esta jugando francamente mal y aunque el entrenador Erik Spoelstra confía en la mentalidad del equipo lo cierto es que técnicamente están ejecutando mal las jugadas y ahora impera el caos. Para colmo los 17 juegos que le quedan no son nada fáciles.
“Hay que revelar tu carácter competitivo y todos tenemos que revelarlo en algún momento”, dijo Spoelstra. “Puedes decir que esto es demasiado o puedes usar estas adversidades para intentar encontrar algo mejor”.
“Siempre puedes elegir tu enfoque, tu actitud, tu mentalidad, nuestra voluntad colectiva y puedes fortalecerte a partir de esto. Así que no me preocupa”, añadió.
Sin duda alguna la ausencia de Nikola Jovic ha roto la rotación y Spoelstra no ha encontrado alguien que pueda sustituirlo medianamente bien, abriendo por ahí una vía de agua con la que se está hundiendo la nave de Miami.
Y no son solo sus números, sino su presencia en ambos lados de la cancha aportando altura y fortaleza en la segunda unidad.
Tampoco es que Andrew Wiggins haya estado al nivel que se le esperaba.
El delantero parece más un jugador de reparto que el líder que se esperaba, a pesar de haber sido un número uno del draft, un invitado al Juego de las Estrellas y sobre todo un un campeón de la NBA.
Desde que Wiggins llevó a Miami, junto a Davion Mitchell y Anderson Kyle, el equipo tiene balance de 11-4 y ha perdido los últimos cinco encuentros.
Y aunque duela decirlo, todo lo contrario pasa con Jimmy Butler, quien se fue a los Warriors y desde su arribo exhiben balance de 13-2 y acumulan ahora cinco victorias seguidas.
Y eso que Wiggins promedia con el Heat 18.9 puntos por juego, el mejor de los últimos cinco años, pero insuficiente para lo que se esperaba.
Butler, por su parte, tiene average de 17.6 cartones por partido con Golden State.
No es la puntuación sino el gen ganador de cada uno.
Se dice que “a perro flaco todo son pulgas” y el Heat es un ejemplo de ello con el desplome de Kel’el Ware, quien en los últimos 10 partidos no pasa de 12 puntos.
Promedia 7.6 unidades por juego y 9.6 rebotes, pese a su 7.0 pies.
Miami no aprovecha bien su altura, ni el mismo lo hace, y muchas veces se posiciona mal bajo el aro. Le falta explosividad, algo que tiene que entrenar.
La suerte es que solo es un novato y tiene mucho margen para crecer y mejorar.
Ante el centro de los Clippers, Ivica Zubac (26 puntos), Ware lució muy mal y anotó solo 4 puntos. Tomó apenas 7 rebotes y poco a poco ha ido perdiendo la confianza de Spoelstra, que aunque lo mantiene como titular ya lo ha sacado de la alineación cerradora.
El técnico del Heat tiene sobrados motivos para sentarlo, sin embargo parece un error pues con Ware de centro puede liberar a Adebayo para que ataque por todas partes y sobre todo para que defienda a los grandes anotadores rivales.
Ante el club de Los Angeles Bam, jugando mucho tiempo como centro, tuvo uno de sus peores partidos con 6 puntos y 7 rebotes.
Solo Tyler Herro ha mantenido el nivel bien alto al promediar 23.9 puntos por encuentro esta temporada y 21.9 en los últimos 10 encuentros, incluyendo los 31 del miércoles ante los Clippers.
Sin embargo esa labior de poco está sirviendo.
“Tenemos que seguir adelante. Sé que se está haciendo pesado escuchar eso, pero ese es nuestro trabajo, perseverar”, comentó Herro.
“En estos últimos dos partidos nuestro espíritu no ha estado al nivel que necesita”.