Miembros demócratas del Congreso de EE.UU. convocan al ex príncipe Andrés a testificar sobre sus lazos con Jeffrey Epstein
Washington/Londres, 7 de noviembre de 2025 – En un movimiento que revive el escándalo internacional alrededor de la red de tráfico sexual de Jeffrey Epstein, 16 legisladores demócratas de la Comisión de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos enviaron este jueves una carta formal al ex príncipe Andrés Mountbatten Windsor solicitando su comparecencia para una entrevista transcrita. La misiva, liderada por el representante Robert Garcia (D-California), busca esclarecer los vínculos del hermano del rey Carlos III con el financista convicto por proxenetismo de menores, cuya amistad se remonta a 1999 y persistió incluso tras la condena de Epstein en 2008.
La carta, dirigida a Andrés en su residencia de Royal Lodge en Windsor –de la que fue desalojado recientemente–, enfatiza que el ex príncipe "podría poseer información valiosa sobre los crímenes cometidos por el señor Epstein y sus cómplices". Los congresistas citan documentos públicos, como los registros de vuelos de Epstein, que muestran viajes compartidos a lugares como la residencia neoyorquina del magnate, Balmoral (residencia de la reina Isabel II) y la isla privada de Little Saint James en las Islas Vírgenes de EE.UU., donde se alegan abusos contra menores. Además, aluden a un correo electrónico de 2011 en el que Andrés le escribe a Epstein: "estamos en esto juntos", sugiriendo una relación más profunda de lo admitido públicamente.
"Los hombres ricos y poderosos han evadido la justicia durante demasiado tiempo. Ahora, el ex príncipe Andrés tiene la oportunidad de aclarar las cosas y brindar justicia a las sobrevivientes", declaró Garcia en un comunicado, subrayando que los demócratas "no detendrán la lucha por la rendición de cuentas y la transparencia para las víctimas de Epstein y su pandilla de cómplices".
Una investigación en marcha con ecos bipartidistas, pero impulsada por demócratas
La solicitud forma parte de una investigación bipartidista en curso sobre las operaciones criminales de Epstein, quien se suicidó en una cárcel de Nueva York en 2019 mientras aguardaba juicio por tráfico sexual de menores. La comisión ha subpoenaado documentos del Departamento de Justicia, el patrimonio de Epstein –incluyendo libros de direcciones, testamentos y un acuerdo de no enjuiciamiento de 2007– y ha entrevistado a figuras como el exsecretario de Trabajo Alexander Acosta y el exfiscal general William Barr. Recientemente, los demócratas liberaron unilateralmente documentos como un dibujo de una mujer firmado "Donald" de un libro de cumpleaños de Epstein, avivando especulaciones sobre conexiones con el expresidente Donald Trump, quien admitió una amistad pasada con el financista pero la rompió hace años.
Sin embargo, esta carta es una iniciativa exclusivamente demócrata, sin el respaldo de la mayoría republicana liderada por el presidente de la comisión, James Comer (R-Kentucky). Un portavoz republicano criticó la movida como "caza de titulares para el próximo video de TikTok de Garcia", recordando que los demócratas no han apoyado subpoenas contra Bill y Hillary Clinton en la misma pesquisa. Paralelamente, un esfuerzo bipartidista en la Cámara, impulsado por los representantes Thomas Massie (R-Kentucky) y Ro Khanna (D-California), busca forzar la liberación de archivos del Departamento de Justicia mediante una petición de descargo que necesita 218 firmas para un voto en el pleno.
Entre los firmantes destacan Garcia, el representante Suhas Subramanyam (D-Virginia) y otros 14 demócratas de la comisión, incluyendo a Khanna, quien una semana antes había declarado: "Andrés debería ser convocado a testificar ante la comisión de supervisión. El público merece saber quién abusaba de mujeres y niñas junto a Epstein". Subramanyam añadió: "Después de escuchar testimonios de víctimas de Epstein y revisar documentos filtrados, es vital que Andrés coopere. Si es inocente, puede limpiar su nombre; si no, nuestra investigación lo revelará y las víctimas obtendrán justicia largamente esperada".
El fantasma de Virginia Giuffre y las memorias póstumas
La convocatoria llega apenas un día después de que el rey Carlos III formalizara, mediante una carta patente bajo el gran sello del reino, la revocación de todos los títulos reales de su hermano: alteza real, príncipe y duque de York. Esta decisión, sin precedentes en la historia moderna de la monarquía británica, fue impulsada por el revuelo causado por las memorias póstumas de Virginia Giuffre, la principal acusadora de Epstein y Andrés, publicadas en octubre bajo el título Nobody's Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice.
Giuffre, quien se suicidó en abril de 2025 a los 41 años, detalló en el libro tres encuentros sexuales forzados con Andrés cuando ella tenía 17 años y estaba bajo el control de Epstein y su socia Ghislaine Maxwell, condenada en 2021 a 20 años de prisión. Los incidentes ocurrieron en la casa de Maxwell en Londres (donde se tomó la infame foto de Andrés con el brazo alrededor de la cintura desnuda de Giuffre), el townhouse de Epstein en Nueva York y la isla de Little Saint James. En una declaración jurada de 2015 citada en las memorias, Giuffre relató: "Epstein, Andy y aproximadamente ocho otras chicas jóvenes, y yo tuvimos sexo juntos. Las otras chicas parecían tener menos de 18 años y no hablaban inglés. Epstein se reía de que no pudieran comunicarse, diciendo que eran las chicas más fáciles de llevarse bien".
El libro también expone abusos por parte de otros poderosos, incluyendo a un "primer ministro bien conocido" –interpretado por algunos como Tony Blair– y critica la "arrogancia de los privilegiados" que veían a las víctimas como "propiedad". Giuffre, reclutada por Epstein a los 16 años en Mar-a-Lago (entonces propiedad de Trump), describió su vida como "no de nadie", un testimonio que ha conmovido a críticos y sobrevivientes, aunque no ha desatado "noticias políticas explosivas", según reseñas en The New York Times.
Andrés, de 65 años, ha negado rotundamente las acusaciones, afirmando en una entrevista de 2019 con la BBC que no recordaba haber conocido a Giuffre y que no sudaba debido a un trastorno médico, contradiciendo evidencias fotográficas. En 2022, llegó a un acuerdo extrajudicial con ella por una suma no revelada –estimada en al menos 12 millones de dólares– sin admitir culpa. En esa misma entrevista, dijo que testificaría "bajo juramento si las circunstancias lo requieren". Sin embargo, en 2020, el entonces fiscal Geoffrey Berman lo acusó de "cero cooperación" con autoridades estadounidenses.
Poco probable que prospere: barreras legales y políticas
A pesar de la presión, expertos dudan de que la iniciativa avance. Como minoría en la Cámara controlada por republicanos, los demócratas carecen de poder para subpoenaar a extranjeros, y Andrés, como ciudadano británico, no está obligado a responder. La carta fija un plazo hasta el 20 de noviembre, pero un portavoz de Andrés no ha emitido comentario alguno, según AFP y otras agencias consultadas este viernes.
La familia real, por su parte, ha impuesto castigos drásticos: Carlos III ordenó el desalojo de Royal Lodge, donde Andrés residía sin pagar renta por dos décadas, y se espera que se mude a Sandringham. La policía metropolitana de Londres investiga alegaciones de que Andrés pidió a su guardaespaldas recopilar información comprometedora sobre Giuffre. Mientras tanto, el escándalo Epstein –que involucró a figuras como Bill Clinton, Trump y docenas de élites– sigue sin una "lista de clientes" completa, alimentando teorías de encubrimiento.
Esta convocatoria no solo reaviva el dolor de las víctimas, sino que cuestiona la impunidad de los poderosos. Como escribió Giuffre en sus memorias: "Las víctimas de tráfico sexual no nacen; se crean". Los demócratas esperan que Andrés, ahora despojado de su corona, elija la verdad sobre el silencio. Pero en el mundo de los príncipes caídos, el deber moral rara vez vence a la realeza.
