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¡Escándalo en Comayagua! Estudiante de 26 años finge su propio secuestro para extorsionar a militar estadounidense con 10 mil dólares

 

¡Escándalo en Comayagua! Estudiante de 26 años finge su propio secuestro para extorsionar a militar estadounidense con 10 mil dólares

Comayagua, Honduras – 9 de noviembre de 2025 – En un giro digno de una novela policial, una joven estudiante de 26 años ha sido detenida tras confesar que orquestó su propio "secuestro" con el fin de extorsionar 10 mil dólares a su pretendiente, un militar estadounidense estacionado en la Base Aérea Soto Cano. El caso, que movilizó a las autoridades hondureñas durante horas, se resolvió en menos de un día cuando la presunta víctima fue hallada ilesa en el mismo barrio donde se reportó el incidente, revelando un plan desesperado motivado por deudas personales.

La protagonista de esta rocambolesca historia es Sindel Nicol Mejía Girón, una residente del barrio La Suyapa en Comayagua, quien se presenta como estudiante universitaria. Según el informe oficial de la Policía Nacional de Honduras (PNH), el engaño comenzó en la madrugada del lunes 8 de noviembre, alrededor de las 2:15 a.m. Familiares de Mejía Girón alertaron a las autoridades sobre su desaparición repentina: la joven supuestamente había sido interceptada por un grupo de desconocidos mientras regresaba a su hogar después de una salida nocturna. Rápidamente, se recibieron llamadas y mensajes anónimos exigiendo un rescate de 10 mil dólares para su liberación, lo que desató una operación de emergencia coordinada por la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS).

La respuesta policial fue inmediata y efectiva. Equipos especializados de la UNAS, en colaboración con agentes locales, rastrearon señales telefónicas y desplegaron patrullas en el área de La Suyapa, un barrio residencial de clase media en las afueras de Comayagua, conocido por su proximidad a la base militar estadounidense. Menos de 12 horas después del reporte, alrededor del mediodía del lunes, los agentes localizaron a Mejía Girón en una casa abandonada a solo unas cuadras de su residencia. La joven fue encontrada sola, sin signos de violencia, y rodeada de un teléfono desechable y notas garabateadas que apuntaban a su autoría en el montaje.

Interrogada en el lugar, Mejía Girón rompió en llanto y confesó el ardid completo. "Lo planeé todo yo, con la ayuda de un amigo que me prestó el teléfono para las llamadas", admitió ante los investigadores, según fuentes cercanas al caso. Su motivación: una acumulación de deudas personales que, según detalles preliminares, incluyen préstamos informales por estudios y gastos cotidianos. La elección del monto –10 mil dólares, equivalente a unos 250 mil lempiras– no fue casual: apuntaba directamente a su relación sentimental con un ciudadano estadounidense, un militar de bajo rango asignado a la Base Aérea Soto Cano, ubicada a unos 80 kilómetros de Tegucigalpa. La pareja, que se habría conocido en línea hace varios meses, se reunía frecuentemente los fines de semana en Comayagua, donde la joven lo presentaba como su "novio norteamericano".

Investigaciones iniciales revelan que Mejía Girón utilizó un cómplice no identificado –posiblemente un conocido local– para realizar las llamadas extorsivas desde un número prepago. El plan incluía fotos borrosas de la joven "atada" en un cuarto oscuro, enviadas vía WhatsApp al teléfono del militar, quien, alarmado, contactó a la embajada de Estados Unidos y a la PNH. Fuentes de la UNAS indican que el estadounidense, cuya identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad, ya había comenzado a reunir fondos para el pago cuando se frustró el esquema.

La detención de Mejía Girón se produce bajo el cargo de simulación de delito inexistente, tipificado en el artículo 529 del Código Penal hondureño, que castiga con penas de hasta cuatro años de prisión las falsas denuncias que generan movilización indebida de recursos públicos. La joven fue trasladada a las instalaciones de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en Comayagua para declaraciones formales, y se espera que sea presentada ante un juez en las próximas horas. El cómplice, descrito como un varón de unos 30 años, permanece prófugo, y la PNH ha emitido una alerta para su captura.

Este incidente no es aislado en Honduras, un país donde los secuestros reales –a menudo vinculados al crimen organizado– generan pánico generalizado. En los últimos cinco años, la UNAS ha rescatado a más de 200 víctimas de plagios auténticos, muchos en la zona central del país, cerca de bases militares y corredores comerciales. Sin embargo, casos de "autosecuestros" como este han aumentado en un 15%, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), atribuidos a la crisis económica post-pandemia y el auge de relaciones transfronterizas vía apps de citas. Expertos advierten que estos engaños no solo erosionan la confianza en las denuncias reales, sino que desvían recursos valiosos de operaciones contra el narcotráfico y las maras.

En redes sociales, el caso explotó esta tarde con el tuit de la Policía Nacional, que acumuló cientos de interacciones en minutos. Usuarios como @HCHTelevDigital y @ProcesoDigital compartieron detalles, generando un debate sobre la desesperación juvenil y los riesgos de romances internacionales. "Es triste ver cómo la pobreza empuja a la gente a estos extremos, pero no justifica el engaño", comentó un analista en X (antes Twitter), reflejando el sentir colectivo.

Hasta el cierre de esta edición, la Base Aérea Soto Cano no ha emitido declaraciones oficiales, pero se rumorea que el militar involucrado recibirá apoyo psicológico de la embajada estadounidense. Mientras tanto, en La Suyapa, vecinos expresan alivio mezclado con incredulidad: "Parecía una chica normal, estudiando y saliendo con extranjeros. ¿Quién iba a pensar?", dijo una vecina anónima a este medio.

La PNH reitera su llamado a la ciudadanía: ante cualquier denuncia de secuestro, contactar inmediatamente al 117 o 119. Este caso, aunque ficticio, subraya la importancia de la vigilancia y la empatía en una sociedad marcada por la inseguridad.

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