En un evento sin precedentes, decenas de robots humanoides corrieron la primera media maratón del mundo para androides en Pekín, China. La carrera, organizada en la "E-Town", una zona de desarrollo tecnológico de la capital china, buscaba poner a prueba los límites de estas máquinas que podrían asumir tareas humanas en la sociedad.
A lo largo de los 21 kilómetros del recorrido, se presenciaron algunos contratiempos. Un pequeño androide que se cayó al suelo consiguió ponerse de pie minutos después, mientras que otro, diseñado con aspecto de Transformer, se desvió de la trayectoria y chocó contra una barrera. El primer robot en cruzar la meta, tras 2 horas, 40 minutos y 42 segundos, fue el androide "Tiangong Ultra", que mide 1,80 metros y pesa 52 kilos. Según Tang Jian, director de tecnología en el Centro de Innovación de Robots Humanoides de Pekín, "recogimos datos de corredores profesionales y entrenamos al robot para adaptarse a su paso, su cadencia, su amplitud de paso y su postura para acercarse lo más posible a la de un atleta". La carrera fue un éxito, con numerosos espectadores presenciando el evento.
"Es realmente impresionante, se puede ver lo mejor en materia de robots chinos", dijo Huang Xiaoyu, una madre de familia de 38 años. China aspira al liderazgo en la inteligencia artificial y la robótica, y esta media maratón es un paso más hacia la industrialización de los robots humanoides. Según Liang Liang, director adjunto del comité de gestión de E-Town, "correr en una pista puede parecer un pequeño paso para un humano, pero para un robot humanoide es un salto enorme". La carrera demostró el potencial de los robots humanoides para integrarse en la sociedad humana y cumplir tareas que los humanos llevan a cabo. Como dijo Kong Yichang, ingeniero de la empresa DroidUp, "la idea es que los robots humanoides puedan integrarse realmente a la sociedad humana y empezar a cumplir las tareas que los humanos llevan a cabo".